¿Sabías que
la persona que más defectos te ve en el mundo eres tú mismo? Ni el grano que te
ha salido en la cara es un volcán ni coger dos kilos es el fin del mundo. (Está
bien que seas exigente contigo, pero hasta cierto punto…). No es bueno que te
desprecies, sin embargo, los que más nos juzgamos, exigimos y presionamos somos
nosotros mismos.
Esto sucede
bastante a menudo, sobre todo a las personas inseguras, las que necesitan la
aprobación de sus padres, pareja o amigos, sociedad en general. Y cuando algo
de lo que haces no cumple las “leyes” de la sociedad actual te decepcionas (ojo,
que no son ni tu forma de pensar ni las de tu vida, son de la sociedad), te da
miedo que te critiquen, hasta por ponerte una prenda de ropa que a ti te gusta
porque no es común, no es aceptada, por tu orientación sexual o porque no se te
den bien las matemáticas como al resto de tu clase.
Cuando
aceptes tus defectos nadie podrá usarlos en tu contra, y con esto quiero decir
que nadie tiene la nariz perfecta, ni el pelo precioso con unas piernas
kilométricas y un 90 60 90… Todo el mundo tiene defectos, y no tienen por qué
ser físicos, puede que seas introvertido, o puede que seas todo lo contrario,
pero si lo que el resto del mundo llama DEFECTOS tu lo llamas MI ESENCIA, nadie
podrá utilizarlo para hacerte sentir mal, la felicidad está dentro de cada uno
de nosotros, y no porque no seas como el resto del mundo quiere tienes que ser “un
bicho raro, eres TÚ, cada persona es UN MUNDO…
Hay más de siete mil millones de personas en el mundo y seguro, seguro,
segurísimo que más de uno comparte tus gustos. No tienes que ser como nadie,
tienes que ser tú y crear la mejor versión de ti mism@. Quien te quiera te
tiene que querer tal y como eres, apoyarte, admirarte y ayudarte a crecer como
persona.
Éstos casos
se ponen peor cuando la persona que tiene este patrón tiene la necesidad de
tener a alguien constantemente a su lado (una pareja por ejemplo), siempre
tienen que estar atadas a alguien porque si no se sienten queridas por alguien
se sienten desestabilizadas (hay que trabajar el amor propio). Y por supuesto,
aquí también toma un papel importante nuestra sociedad, porque en la
adolescencia lo “normal” es tener un noviecito o noviecita, lo “normal” entre
los 22 y 24 años es tener terminada tu carrera, y así sucesivamente con cualquier
idea que esté actualmente en las “leyes” de la sociedad.
No
necesitas que alguien te diga LO ESTÁS HACIENDO BIEN, lo que necesitas es
decirte tu LO ESTOY HACIENDO BIEN, o no lo estoy haciendo bien, pero voy a
seguir intentándolo porque LO PUEDO HACER BIEN.
Creías que
necesitabas un “te quiero” y lo que necesitabas era un “me quiero”. Acéptate
tal y como eres, si no te gusta algo de ti cámbialo pero porque TÚ quieres, no
porque el resto del mundo te diga cómo tienes que ser. No te desperdicies, ni
te infravalores y mucho menos te insultes, mírate al espejo y di: ¡Qué guap@
soy y que a gusto me siento conmigo mismo!
Te has
criticado por años y no te ha funcionado. Intenta aprobarte y mira que pasa.
Louis L.
Hay
¡Nos vemos
pronto!
No hay comentarios:
Publicar un comentario